Paseos en barco por el Sena

Recorrer el Sena en barco es una de las experiencias imprescindibles en París. El atardecer suele ser la hora más romántica y nos proporciona la visión de ver iluminarse los monumentos, la Torre Eiffel, las farolas, los puentes. Vamos que es imperdonable no realizarlo. Eso sí al atardecer es cuando el ocaso del Sol trae la humedad y una pequeña rebequita se echa en falta en verano, en invierno imaginaos.
El paseo generalmente consiste en salir de cerca de la Torre Eiffel e ir hacia Notre Dame, dando la vuelta después de la Ilè de St-Louis y vuelta atrás. Se pasa junto a la Torre Eiffel, el Museo D'Orsay, Notre Dame, el Louvre, etc.
Hay una gran cantidad de barcos de paseo, casi todos tienen una parte acristalada donde ir comodamente sentados y otra parte al exterior donde disfrutar haciendo fotos y tomando el Sol, o contemplando las estrellas. Hay barcos en los que se puede cenar o comer pero los precios para mi gusto son excesivos.
Personalmente prefiero comer tranquilamente en cualquier sitio antes que en el barco y que no me cobren tanto. Por eso mi opción preferida para pasear es el Batobus. Su precio por un día es de 12 € (14 € dos días y demás precios que encontrarás en español en http://www.batobus.com). Durante un día entero puedes recorrer el barco sin límite de paseos o tiempo y tienes siete paradas: Torre Eiffel, Museo D'Orsay, St Germain Des Pres, Notre Dame, Jardin des Plantes (donde dará la vuelta), Hôtel de Ville, Louvre y Champs Elysees de donde vuelve al comienzo a la Torre Eiffel y vuelta a empezar.
En cada uno de los barcos viaja un/a capitán y un/a auxiliar que nos comentaran antes de cada parada aquellos sitios de interés que podemos ver en inglés, francés y español (ocasionalmente italiano y alemán). Está prohibido fumar pero sí se puede estar tomando una bebida o comer algo (incluso hay máquinas de refrescos y chuches) . En la parte de atrás tienen una cubierta al aire libre en donde tomar el fresco y que disfrutan los niños y los fotógrafos. En las horas puntas hay lleno para las mejores tomas.
Sin lugar a dudas es una de las maneras más cómodas de pasear de un rincón a otro y sacar excelentes fotos. Si estás cansado o llueve te sientas en la parte acristalada, si no al aire libre a disfrutar del río y la gran cantidad de embarcaciones que lo surcan.
Los billetes se pueden comprar en cada una de las 7 paradas y además nos darán información sobre los horarios de cada parada en las distintas épocas del año. También hay precios reducidos a los menores de 16 años (8 € día) y con diferentes tarjetas o visitas a museos nos hacen pequeños descuentos.
Ah, en tierra, cerca de las paradas hay señales marrones de tráfico para que sepamos dónde se encuentran, recordad siempre que habrá que bajar junto al río y que los tiempos de parada pueden variar de 5 a 10 minutos en función del número de pasajeros que lleven. Los acostumbrados a marearse que no sufran, el barco se mueve muy poco y no hay casi olas.
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